Siempre quise tomar riesgos. Por eso cuando tenía veinticinco años y me encontré trabajando en un banco, en algo que de verdad no me gustaba, decidí volver a mi país e iniciar un camino con base en cuatro pilares: coraje, impacto social, sustentabilidad y Venezuela. Así llegué al Impact Hub Caracas, solo con la idea de lo que hoy es una realidad: Cacay Pure.
Durante el crecimiento de la empresa pasé por todas las membresías que para ese momento me proponía el Hub, hasta obtener mi escritorio fijo y oficina. Tardé tres años en ganar el primer dólar; pasé por momentos de incertidumbre muy difíciles. En todo ese proceso, este espacio siempre me dio fuerzas.
Creo que en algún momento de la vida todo el mundo tiene que tratar de hacer un home run. Es lo que estoy haciendo. Y vas a sentir miedo, estrés, dudas, pero si estás rodeado de gente que lo está intentando también, eso te inspira, encuentras cómo darle la vuelta y sigues adelante.