Soy investigador musical. Siempre estoy escuchando cosas nuevas, si no conozco algo que me recomendaron tengo que buscarlo y encontrarlo. Cuando uno escucha música es como un bosque, escuchas una cosa, después otra y llega un momento que estás escuchando música étnica o electrónica.
Era oyente de radio desde que era un niño. Me gustaba Iván Loscher, Napoleón Bravo, Radio Capital, Julio César Venegas. De tanto escuchar radio, ya sabía lo que quería hacer: un programa especializado en música que no suena en la programación habitual. Hice unos cursos de locución, un programa piloto, y me dieron un chance en la Emisora Cultural de Caracas. Ahora mi programa Acto de Fé cumple 23 años en el aire.
Soy baterista y percusionista. Aprendí por mi cuenta y tocando en grupos. Si hay un género musical que tiene relación con la amistad ese es el rock. En el liceo, con los amigos, armábamos bandas. En donde ensayábamos le poníamos franelas a los tambores, para que no sonaran duro, pero así y todo sonaban durísimo. Mi mamá pasó a ser la más mentada en toda la cuadra, con todo ese ruido: todos llamaban a la señora Conchita.
Toda mi familia vivía en el mismo edificio. Cuando le pedí a mi papá que me comprara una batería, me dijo: “te vas de la casa porque aquí no va a entrar una batería”. Estaba en el colegio, al final me la compraron porque le tenía destrozados a mi mamá las cucharas, las ollas, las sartenes, y hasta unos tobitos de marca.
Estudié ingeniería electrónica. Ejercí en dos empresas grandes pero en paralelo siempre estuve tocando y haciendo radio. Al final, en un momento de disyuntiva, me dije: bueno, voy a abandonar la ingeniería y me voy a quedar con todo lo que tiene que ver con periodismo, que también estudié en la UCV, y música, en eso estoy. Tengo 56 años.
Ahora tengo mi medio propio: la revista Ladosis, cada vez fui haciendo más cosas sin abandonar las otras. Cuando produzco un concierto tengo la piel de promotor pero cuando estoy en un concierto estoy en el rol de periodista. Entiendo cuando algo pasa en el escenario, cosas que muchas veces las personas que no han sido músicos no entienden.
Dí clases en la Universidad Metropolitana por once años sobre la historia del rock, que es mi gran pasión, y de música electrónica; son campos que he estudiado muchísimo. Como la ingeniería es una carrera totalmente racional, me ha ayudado en el tema del emprendimiento, a entender el tema de los números, inversión, del riesgo.
Un día feliz para mí sería estar tirado escuchando un concierto sin tener que escribir o hacer alguna otra cosa, sería como unas vacaciones dentro de mi trabajo.