Swati: Trabajaba como contable para el gobierno, pero no me gustaba la cultura de trabajo. Si algo va mal, no se puede corregir con rapidez, debido a toda la burocracia y regulaciones ¡a menudo me sentía como si no pudiera hablar! Por lo tanto, me sentí muy orgullosa de mí misma cuando decidí dejar la profesión, el salario seguro y mis estudios, para cuidar niños.
Dirijo una escuela para niños en las afueras de la sociedad. Nuestra escuela apoya a niños sin padres, hijos de trabajadores migrantes, de colonias de prostitutas, de condenados, de colonias de leprosos, de las comunidades tribales, de las castas más bajas, de sectas maoístas; apoyamos a niños fugitivos, víctimas de abuso doméstico, y las víctimas de la violencia en la comunidad y la pobreza. Y en el momento en que me uní, todos los 420 estudiantes eran niñas. Por lo tanto, se pueden imaginar lo mucho que éramos percibidos como una "alteración del orden público" por los que nos rodeaban. Incluso algunos de los maestros pensaban que no había que tocar a estos niños. "Ellos son Dalits" algunos decían... "¡son intocables!"
¿Cuál fue la inspiración para elegir este proyecto? Margaret Burke · Clones, Irlanda
Fueron mi tía y mi padre los que fundaron esta organización en 2008. Después de sus muertes prematuras, una un poco después de la otra, yo sabía que tenía que dar un paso adelante y asumir el control, a pesar de que mucha gente pensó que a la edad de 29 años, no estaba lista para dirigir una escuela, especialmente una escuela como esta. Por ello me considero la cuidadora de lo que mi tía y padre comenzaron.
Para muchos de estos niños, esta escuela es su esperanza. Les proporcionamos educación primaria y los preparamos para la educación superior. Nuestros niños progresan bien. Algunos incluso han regresado aquí como maestros y consejeros. Esto está causando que las ideologías de las personas cambien. El progreso de los niños está confrontando los prejuicios de la gente.
Aquí en la escuela, soy consejera, enseño, administro la escuela, cuido a los niños enfermos y también barro el suelo si es necesario. Mis manos están formando a estos niños. Pero también ellos nos dan forma a nosotros. He aprendido a ser paciente y a adaptarme. Sé que mis decisiones afectan a estos niños en una gran medida. Me llaman mamá; sé que para muchos de ellos es algo más que un nombre cariñoso. Sé que soy realmente su madre.
¿Cuál es tu mayor frustración con el trabajo que haces? Eustace Davoren · Sandy Point, St. Kitts y Nevis
A veces me frustro que sólo el 60% de nuestros niños continúan la educación formal... pero yo creo que algún día será el 100%. Se convertirán en agricultores exitosos, sastres, maestros y trabajadores sociales. No se convertirán en mendigos ni prostitutas. No vamos a renunciar, de lo contrario nuestros esfuerzos serán en vano. Sé que estamos cambiando a la sociedad.