Mi primer proyecto de Storytelling fue en la India. En el río Ganges hicimos una historia de una familia que lavaba ropa. La señora contaba lo difícil que era, pero tenía una sonrisa gigantesca. Me fascinó. Dije: ¡Uao! qué increíble esto de poder conectar con alguien completamente lejano y sentirte tan cercano. Fue justamente ese día que agarré y compré un pasaje para volver a mi país.
Esa experiencia se replica cada vez que estoy haciendo una historia. Y ha sido una manera de reencontrarme con mis raíces, mi cultura, mi gente. Tengo ciertas labores como Director de Epix, pero lo que más disfruto es cuando me toca hacer una entrevista. Me doy la oportunidad de escuchar a la otra persona sin juicios, teniendo curiosidad por su rostro, sus gestos, y aprendo de mí mismo a través de ella. Por eso, cada vez que el proyecto está en un momento difícil, leer las historias me reconecta con esa increíble sensación de presente que sentí en Varanasi y me hace recordar por qué volví a Venezuela.