Desde que comencé a tocar el bajo me ha cambiado la personalidad. Soy un poco más pausado. Mi banda se llama Quinto Aguacate. Soy flautista y saxofonista. Compongo las letras que tocamos y cantamos, pero un día el bajista se fue para España así que también comencé a cantar y tocar el bajo al mismo tiempo, lo cual es bien difícil, pero después de un año lo estoy haciendo. Y puedo decir que descubrí todo un universo con esta etapa de cantante y tocando el bajo.
La banda que más me gusta en el mundo, es Quinto Aguacate, siempre lo digo. Está montada para la improvisación, con un hilo conductor que es la voz. Tenemos como ocho años.
Estudié piano académico. Cuando toco el piano no siento esa misma libertad que con el bajo. El piano es matemática pura, un instrumento extremadamente lógico y cuando lo toco siento algo muy especial, raro, la sensación es agradable pero no soy yo. En cambio el bajo lo toco sin disciplina, me siento libre. Puedo improvisar todo lo que se me antoje con este instrumento. Decidí tocarlo por pura intuición. Lo único que he hecho con rigor es estudiar flauta, lo heredé de mi abuelo que era flautista; no lo conocí. Por cierto, estoy escribiendo mis memorias de viajes y se llama La Flauta.
Estudié música en los Estados Unidos donde mi familia emigró hace 60 años. En Venezuela, estudié en la Escuela Superior de Música y me fui a los 18 años. Me considero un viajero. No puedo parar. A los 14 años le dije a mi mamá que me iba para el Ávila y terminé yéndome para Colombia. Eran otros tiempos, de chamito uno como que podía. Mi papá es de La Guaira y mamá de Macuto, nos criamos allí.
Después de graduarme toqué en la Orquesta Sinfónica de Nuevo México, también he hecho mucha música de cámara, además estudié: arte, geografía, fotografía y antropología. La fotografía fue un escape de la música, tenía como 21 años, quería encontrar algo que pudiera hacer solo. Tengo la suerte de vivir de la fotografía, desde que empecé a estudiar empezaron a comprarme fotos artísticas y de eso es lo que he vivido toda mi vida, entré por una puerta buena que me permitió seguir haciendo música y estudiar.
Lo que quiero hacer lo hago. Y lo intento con fuerza. Me da temor la repetición. Siempre estoy buscando otras cosas en fotografía. No quiero una fotografía seriada, todas son diferentes, por eso las intervengo. Descubrí la intervención a través de la química, que es el viraje fotográfico. Se hace con preservantes de emulsión. Es una técnica muy mía. El artista siempre quiere que le vean su trabajo y busca la mejor manera de mostrarse. Cuando tú logras ser tú mismo la gente se engancha. Hay dos cosas que he logrado en esta vida que es esta técnica y la banda Quinto Aguacate. Ahorita me siento bastante completo, esto es lo que quería y cuando tú lo logras es lo más grande del mundo.