Nací en Carúpano, ese fue mi hogar hasta que mi mamá me mandó a vivir con mi abuela a los once años para que estudiara en una escuela técnica. No entendía el hecho de que me mandara tan lejos. Fue un proceso en el que me llevó tiempo adaptarme al lugar y a la gente, sobre todo a la vida con mi abuela y mis primos que no estaban acostumbrados a la presencia de una niña, pero poco a poco me acostumbré a ellos y ellos a mí, y todo fue más sencillo. Hoy agradezco a mi mamá haber tomado esa decisión porque crecí como persona, me adapté a mi nueva vida y comencé a valorar conscientemente a mi familia. Aprendí a pilar maíz, a cocinar en fogón y todas esas tareas a las que se les da el debido valor cuando las hace uno mismo.
A veces pasa que uno llega a un lugar y se apropia de él, y cuando te toca dejarlo, al poco tiempo, comienzas a extrañar todo, las costumbres, la tierra…
La gente tiene la idea de decir que en un pueblo no hay futuro, yo por el contrario pienso que sí hay, que vale la pena apostar por la vida aquí, en El Pilar. Quiero trabajar en algunos proyectos personales. De momento me mantengo en la Hacienda porque estoy aprendiendo mucho y con eso hago una buena base para el futuro.
El respeto es fundamental. Eso me lo enseñaron mis padres. Aprendí de mi mamá que uno debe ser optimista. Cada vez que he dicho que no puedo con una situación ella me ha impulsado y me dice: “¡Claro que sí puedes!”. Creo que debemos tomar lo bueno de cada persona. Todos los días me lleno con cosas que son para mí una enseñanza constante. La igualdad y la justicia son fundamentales y camino con esa idea: Respetar y reconocer el valor de cada persona.
Me considero una persona bendecida porque Dios ha puesto en mi camino personas fundamentales en mi formación, personas que han sido pilares en mi vida. Sueño con terminar mis estudios, ser una profesional, tener mi propio sustento. Ser independiente… Quiero un compañero que sea una buena persona y formemos una familia con bases en el respeto. Alguien agradable, porque la belleza no es solo es física sino que viene de la honestidad, la comunicación y la paciencia.
Confío mucho en mí misma. Uno debe estar bien primero con uno mismo para poder estar bien con los demás.