Para mí todo en la vida debe tener su sal y pimienta. Y si es con un toque de aceite de oliva, mucho mejor. Yo creo que la sazón me viene de mi abuela, por el lado paterno, que son españoles. Desde muy joven yo siempre sentía curiosidad por la cocina y veía como ella preparaba sus comidas, cada receta… “Ajá, lo hizo así… Mira, le agregó tal cosa y tal otra al guiso”. Entonces mis ingredientes provienen de ese origen, del Mediterráneo: Los frutos del mar, el jamón serrano, la sal, el aceite de oliva; siempre con un buen vino, buenos amigos y una música agradable para amenizar. La degustación final, el que a todos les guste lo que haces, es como un regalo para el que cocina; pero ese momento durante la preparación es lo que más disfruto.

En El Dulce yo soy el segundo a cargo de la cocina, el Sous-Chef en la parte de pastelería. Estudie Cocina y Economía en paralelo, y me gradué en ambas al mismo tiempo. Lo mejor de todo es que, en la práctica, he podido integrar las dos cosas para un mismo fin, y eso es lo que hago hoy en día.

Después de haber hecho una pasantía en cocina general en un restaurante, conocí a los muchachos de El Dulce y mi primera prueba con ellos fue la preparación de cerca de cuatro mil postres para una boda, ese día nos pusimos manos a la obra, y 24 horas después fue que nos desocupamos. Lo bueno es que todo salió excelente. Desde allí me gustó mucho la experiencia, poder entender esta área de la cocina en particular, la pastelería, los dulces. También me gustó mucho el trabajo en equipo, el compañerismo, la coordinación, la confianza que depositaron en mí desde el principio, la libertad que me dieron, y que también logré agarrar el hilo rápido. Esto es lo que le imprime armonía al trabajo y hace que todo fluya en sus tiempos. 

Del trabajo que venimos haciendo juntos en El Dulce valoro mucho el empeño, la pasión y la dedicación que le ponemos a lo que hacemos, la sinergia y la buena comunicación que hemos alcanzado a pesar de las dificultades; así como la oportunidad de conversar todo con la mayor franqueza para poder resolverlo al momento, sin dejar que se acumulen las cosas, siendo receptivos a las opiniones del otro. En la cocina uno no puede ser cuadrado, porque la idea es ir evolucionando, no quedarse en un mismo sitio. La cocina es creatividad, es inspiración. De eso están impregnados cada uno de los dulces que presentamos. Así mismo es la comunicación con nuestros clientes, siempre es importante para nosotros ofrecerles algo de calidad de nuestro repertorio, y al mismo tiempo estar dispuestos a escucharlos y permitir que ellos también puedan darle su toque personal a cada postre, porque sabemos que de esa manera les brindamos felicidad.

En lo personal, me proyecto a mediano y largo plazo conformando una empresa de consultoría financiera y teniendo mi propio restaurante, me lo imagino en un lugar fresco, agradable, con una decoración al estilo griego, quizás cerca del mar, accesible al público en general, con un menú variado pero muy creativo, con platillos de autor que le den un sello particular. También me visualizo teniendo una escuela gastronómica, pero eso ya más a futuro, con el tiempo, una vez que tenga suficiente experiencia.

Escritura:
Alexandra Cona
Fotografía:
Susana León
Lugar:
Los Chorros, Caracas
Fecha:
5.4.2019
En la cocina uno no puede ser cuadrado, porque la idea es ir evolucionando, no quedarse en un mismo sitio. La cocina es creatividad, es inspiración.
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