“Hay que esforzarnos y aprovechar nuestras cualidades. Hacer valer el talento de destrezas y habilidades…” esas son unas líneas de una nueva canción que estoy escribiendo. Escuché rap por primera vez cuando tenía como 14 años y, desde ese momento, supe que era lo mío ya que desde niño sentía la facilidad de escribir cuando me ponían a analizar o a redactar un texto. Todavía no estaba orientado a ese tipo de música pero en lo que empecé a escucharla todo empezó a fluir positivamente.
Al principio escribía y no le mostraba mis canciones a nadie porque era muy tímido. Pero una vez que entré en la universidad y empecé a salir de mi casa fui perdiendo esa timidez. Ya no sólo escribía sino que también me reunía con varios raperos, íbamos al estudio y grabábamos. Escuchar y escribir rap me causa una sensación distinta, quiero dedicarme a esto y mantener siempre mi esencia. No escribo sobre lo que todo el mundo está rapeando, yo me enfoco en lo mío, en lo que siento que le dará un aporte positivo a la sociedad. Decidí ser distinto.
No deberíamos dejarnos llevar por la corriente, por lo que está haciendo todo el mundo. Cuando sintamos que tenemos una idea correcta no hay que dejarnos afectar por el no se puede. Podemos hacer lo que queramos, lo que de verdad sentimos. Cuando empecé con todo esto del rap hubo mucha gente que me dijo que estaba loco porque no tenía la apariencia de un rapero. No me visto como ellos y tampoco hago todo lo que ellos hacen. Sin embargo, eso no me limitó a hacer lo mío. Quiero que la gente vea que podemos lograr las cosas sin necesidad de hacerlo como lo hace la mayoría.
Confío en mí y en mi personalidad, porque a pesar de que hay momentos en los que tengo dudas, siempre llega esa fortaleza. Aparece la persona que de verdad te quiere apoyar y te da el empujoncito que te hace falta para seguir. Hay gente que me ha ayudado a crecer muchísimo, que me ha inspirado. Quisiera ser también motivación para alguien por eso trato, todos los días, de dar lo mejor de mí. Mi mayor felicidad está en ayudar a los demás.
De las canciones que he grabado, una de las que más tiene significado es la que le hice al cáncer. Una de mis tías murió hace cinco años de eso y quise que quien había perdido también a un ser querido se identificara. Que al escucharla sintiese que, a pesar de ser un proceso duro, sí se puede seguir y encontrar un alivio. La vida no se detiene, tenemos que decidir ser felices.
Una vez escuché a una persona decir que aún cuando uno no sepa hacer las cosas, o se vean súper difíciles, hay que intentarlo. Porque solo intentándolo sabrás si lo logras o no. Eso me marcó muchísimo y me inspiró. Desde ese momento me propuse no ponerme trabas, no decir que no. El rap ha formado parte de ese descubrimiento que me ha hecho saber un poco más quien soy. Es un medio para hacerle llegar a las personas lo que quiero comunicar.
Me planteo propósitos en vez de metas. Las metas son puntos de llegada y pienso que todos los días tenemos algo que mejorar y aprender. El tiempo es un factor importante para mí. Los minutos que pasamos sin hacer nada no se recuperan, me gusta invertir el tiempo en algo productivo, por eso tengo dos relojes tatuados. Quisiera usar parte de mi tiempo para recorrer el mundo transformando a las personas. Ese es uno de mis propósitos: ayudar a los demás a seguir creciendo y que a su vez puedan ayudar a quienes vendrán luego.
Mi mamá ha influido en mi forma de ver el mundo. Es una persona que nunca se ha rendido y siempre ha estado ahí para nosotros. En el transcurso de mis estudios y ahorita en el trabajo he conseguido muchas personas así, motivadoras. Personas que me han enseñado a no ser dependiente.
En mí prevalecen las ganas de querer lograrlo sin importar la situación. Trato de vivir un día a la vez y hacerlo de la mejor manera. Ser feliz sin importar lo que esté sucediendo. Podemos crear una Venezuela llena de oportunidades porque como digo en mi canción: con empeño se logra hacer los sueños realidades.